Pere Roca,
Presidente de la Comisión Ejecutiva de la Fundación ICIL


La función logística es un factor clave para la evolución de nuestra sociedad, tanto a nivel industrial como
comercial, en la fabricación de bienes y en la prestación de servicios. El tejido social requiere, fomenta y apoya el intercambio de productos, tecnología, conocimientos, información..., todo lo cual genera, a su vez, procesos logísticos.

Por este motivo, la Fundación ICIL trabaja por una Cataluña logística. Esta voluntad es el fundamento de nuestra historia y queremos que sea el eje de actuación en nuestro futuro.

Cataluña ha hecho una apuesta firme para convertirse en la principal plataforma logística del sur de Europa, coherente con su carácter emprendedor en los ámbitos industrial y del comercio nacional e internacional. Por eso ha sido siempre líder en las iniciativas empresariales e institucionales que han impulsado este propósito y han potenciando el uso de infraestructuras logísticas.

Dentro de nuestro territorio contamos con un abanico de soluciones logísticas para todas las áreas de actividad, desde el sector primario al de las tecnologías más avanzadas, distribuidas de manera complementaria, aprovechando las potencialidades de cada región y los sectores que en ella coexisten. Esta diversidad capacita una elevada especialización de los servicios, y permite ofrecer una gama muy amplia de prestaciones.

La ubicación geográfica de Cataluña permite una gran capacidad y potencialidad de gestión en cuanto a la accesibilidad a Europa, así como para los tráficos marítimos que nos conectan con los mercados y los centros productivos mundiales, y en especial con los países emergentes, que ofrecen y demandan una gran diversidad de productos y servicios.

La proximidad y capacidad de los equipamientos logísticos del territorio catalán –puertos, aeropuertos, redes viarias y ferroviarias y los parques logísticos de suelo cubierto–, configuran una oferta logística muy competitiva. Las ampliaciones de estas infraestructuras, el trazado definitivo del corredor del Mediterráneo, y las conexiones con los puertos secos del interior del territorio español y del sur de Francia sitúan a Cataluña en primera línea en el mapa logístico internacional.

La configuración de nuestras ciudades y sus áreas metropolitanas, donde se ordena una malla de zonas de actividades logísticas y polígonos industriales, ha facilitado el desarrollo de áreas de distribución locales y de proximidad que han permitido mantener y desarrollar un tejido industrial cercano a los centros de población.

Por su parte, la iniciativa permanente de las empresas y los profesionales por la formación logística ha consolidado equipos humanos, formados y motivados para afrontar la compleja situación de las economías productivas y orientar su actividad hacia los retos de futuro.

Las empresas han visto en la función logística una herramienta que les ha permitido mejorar su gestión, optimizar sus procesos y recursos y, lo que es más importante, optar a la elaboración de nuevos productos, acceder a nuevos mercados y utilizar nuevos canales de distribución. Hay que celebrar el número de empresas que han aplicado técnicas y procedimientos logísticos que hoy les permiten incrementar sus exportaciones de manera muy significativa.

En los últimos años, la inversión logística de las empresas ha destacado especialmente en diversos ámbitos: la formación, las tecnologías de la información y la comunicación, los equipos de manutención, las flotas de distribución menos contaminantes y la tendencia al uso de las energías renovables. Creemos que se han hecho los deberes, dotando a las empresas de la calidad de servicio y la capacidad de reacción que requieren las actuales circunstancias de la economía catalana e internacional. Por lo que respecta a las instituciones, es necesario que mantengan la apuesta por el sector logístico, aun conociendo las dificultades que esto comporta en la situación de crisis en la que vivimos, ya que estamos convencidos de que es uno de los factores fundamentales para el desarrollo futuro de la capacidad productiva y exportadora de la industria en Cataluña.

Disfruten como he hecho yo de la lectura de este ejemplar, pues les permitirá valorar en profundidad nuestra potencialidad para afrontar nuevos retos.



Pere Roca

Presidente de la Comisión Ejecutiva de la Fundación ICIL