El aeropuerto de Barcelona-El Prat ocupa el cuarto lugar en el escalafón europeo por lo que respecta al origen/destino de los pasajeros y el 22 a escala mundial, por delante de ciudades como Frankfurt, Roma o Ámsterdam. Este hecho es el resultado de la puesta en marcha de nuevas rutas internacionales, que han provocado un crecimiento del 72 % en el tráfico intercontinental del aeropuerto durante el periodo 2005-2009. De hecho, el año 2010 pasaron por el aeropuerto barcelonés 29,2 millones de pasajeros, un 6,5 % más que en el año anterior, a pesar de la desfavorable coyuntura económica global y la incidencia del tren de alta velocidad en la ruta Barcelona-Madrid, que ha reducido el número de pasajeros del puente aéreo operado por la compañía Iberia.
Respecto al tráfico intercontinental, según datos de 2009, el 70 % se desarrolla con los mercados norteamericano, en primer lugar, y africano, en segundo. El crecimiento del tráfico intercontinental del aeropuerto de Barcelona-El Prat durante 2010 fue superior al de los mercados doméstico y europeo, alcanzando los 2,06 millones de pasajeros, cifra que supone un 13 % de incremento anual.
A pesar de los 28 destinos intercontinentales existentes en 2010, el aeropuerto de Barcelona-El Prat todavía tiene una escasa conectividad, un 6,8 %, debido a la falta de vuelos directos de larga distancia. Éste es un hecho casi excepcional dentro del mapa de los aeropuertos europeos con más de 25 millones de pasajeros, pero que pone de manifiesto su potencialidad de crecimiento.
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