El área de influencia de los aeropuertos catalanes comprende un territorio con una población de más de diecisiete millones de habitantes. Esta densidad,
el desarrollo turístico de Cataluña
y el nivel de internacionalización de las empresas catalanas, son el motivo
del aumento constante del flujo de pasajeros y mercancías.
El transporte aeroportuario catalán, con casi un siglo de vigencia, conecta Cataluña con el resto del mundo gracias a cuatro centros aeroportuarios: Barcelona-El Prat y los aeropuertos de Girona-Costa Brava, Reus y Lleida-Alguaire. Estos aeropuertos suman en conjunto el 18,54 % de las operaciones aeroportuarias españolas, según datos de 2009.
Tanto por sus dimensiones como por el número de vuelos con que conecta, Barcelona-El Prat aspira a ser un aeropuerto concentrador intercontinental. Su área de influencia comprende un territorio con una población de más de diecisiete millones de habitantes, y esta densidad, unida al desarrollo turístico de Barcelona y al nivel de internacionalización de las empresas catalanas, ha condicionado un aumento constante del flujo de pasajeros y mercancías, tanto de entrada como de salida y en los mercados doméstico, europeo e internacional.