El acceso a la financiación


En el caso de los grandes proyectos
de infraestructuras, impulsados mayoritariamente por la Administración del Estado o los gobiernos autonómicos, es muy habitual que éstos no afronten los costes en solitario, sino que cuenten con el apoyo de otras administraciones, de fondos europeos y de grandes grupos empresariales. En la imagen,
una vista de la C-17, que une las comarcas del Ripollès y Osona con
el área metropolitana de Barcelona.

La coyuntura derivada de la crisis económica internacional ha provocado que algunos sectores encuentren dificultades en el acceso al crédito. Es el caso del sector de la construcción, o el de las empresas dedicadas al transporte en exclusiva. Muy diferente es la perspectiva de las que asumen proyectos logísticos o tecnológicos, por ejemplo, empresas industriales que quieren mejoras logísticas que suponen un cambio cualitativo y aportan valor añadido, o el de empresas de servicios logísticos avanzados.

Además, las empresas más consolidadas del sector logístico tienen posibilidades para atraer inversiones. De hecho, es manifiesto el interés de empresas de capital riesgo en invertir en el sector logístico, ya sea comprando directamente empresas, o bien participando en sus ampliaciones de capital. Existen muchos ejemplos de operadores logísticos catalanes o empresas transitarias que han atraído a inversores, lo que les ha permitido afrontar proyectos de desarrollo en el mercado globalizado.

Las dificultades de financiación a través de entidades bancarias obligan a las empresas a dirigirse a la Administración pública en búsqueda de capital. Pero las administraciones les exigen la presentación de proyectos que respondan a premisas de mejora cualitativa de los procesos y de internacionalización. El Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el Institut Català de Finances son los principales referentes para conseguir la financiación deseada. Se les pueden añadir las facilidades que ofrecen las oficinas de promoción de algunos ayuntamientos y el soporte de las cámaras de comercio para buscar socios adecuados.

El ICO dispone de líneas de colaboración con entidades financieras para que las empresas puedan obtener préstamos con largos plazos de amortización. También financia proyectos de inversión de empresas, especialmente pymes innovadoras, tanto en el mercado doméstico como en el exterior, que contribuyan al desarrollo en sectores como infraestructuras, telecomunicaciones, transporte, energía y medio ambiente. En este sentido, Cataluña es una de las comunidades autónomas españolas con más operaciones aprobadas por el ICO.

Por su parte, el Institut Català de Finances ofrece recursos financieros en forma de préstamos, avales y capital. Actúa como complemento al sector financiero en proyectos empresariales de maduración media y larga, viables y de carácter estratégico. Cuenta con diversas líneas de actuación relacionadas con la financiación de empresas catalanas que tiene como finalidad la potenciación de proyectos empresariales en sectores que aportan valor añadido y ocupación a la economía. También dispone de una línea de avales que facilita a las empresas el acceso a la financiación de circulante para ayudarles a superar problemas coyunturales. Al mismo tiempo, es el paraguas de una serie de empresas de capital riesgo, en su mayoría dirigidas a proyectos tecnológicos o innovadores, con expectativas de rentabilidad y crecimiento.