Costes logísticos y subcontratación


El almacén pulmón continúa teniendo
un papel modulador en la mayoría
de sectores industriales. En la imagen, proceso de manutención de productos en un almacén de MRW Logística Avanzada.

Numerosos estudios coinciden en afirmar que los costes logísticos se incrementarán, especialmente en el transporte, y que su gestión será vital para las empresas. Un estudio de 2010 de la consultora AT Kearney apuntaba que si en 2003 los costes derivados del transporte, el inventariado, el almacenamiento y la administración representaban el 6,1 % de los costes de las empresas globales, en 2008 éstos ya eran del 7,3 %, y la previsión para 2013 era del 7,7 %, impulsados sobre todo por el aumento de los costes del transporte. Ahora bien, la conciencia respecto a los costes logísticos no siempre es clara: un análisis de Miebach Consulting sobre tendencias logísticas descubría que el 20 % de las empresas desconocen cuáles son sus costes logísticos totales.

El estudio añadía que un 93 % de las empresas entendían que el transporte incrementaría los costes logísticos, pero un 81 % de éstas consideraban que los servicios logísticos de valor añadido que demanda el mercado también tendrían importancia, y un 52 % apuntaban a los aumentos de los costes derivados de la logística inversa. Estos ítems superan la administración, el almacenamiento o el inventariado, capítulos más tradicionales, y ponen de manifiesto el papel de los nuevos servicios logísticos en la estructura de los costes. Al mismo tiempo, evidencian que las empresas deberán replantearse sus estrategias de transporte, dirigidas al aprovechamiento de la eficiencia intermodal que suponen el ferrocarril y el transporte marítimo.

Precisamente, los costes son el principal motivo de las empresas para subcontratar en algún grado su logística. Si ésta es una tendencia ya generalizada, todos los indicadores apuntan a su crecimiento en todas las regiones del mundo. El estudio Global logistics trends de Miebach Consulting de 2009 indicaba que Norteamérica y Extremo Oriente cuentan con el mayor grado de subcontratación logística, mientras que en el otro extremo se situarían Sudamérica y Centroamérica. Los mercados europeos todavía presentan un grado de subcontratación relativamente bajo, pero disfrutan del mayor potencial de crecimiento a corto plazo, especialmente por lo que respecta a países de Europa Occidental.

Si bien la reducción de costes es el motivo principal por el cual un 65 % de las empresas subcontratan servicios logísticos, cada vez tiene más importancia la concentración en el núcleo fundamental de su negocio, ya que permite aumentar la flexibilidad, reducir la inversión, mejorar servicios e incrementar sinergias. ¿Y qué se subcontrata? De acuerdo con el citado informe, el transporte en un 93 % y el almacenaje en un 50 % son las actividades más subcontratadas ante procesos más sensibles o estratégicos, como la gestión de los pedidos o la producción. Una de las perspectivas más claras se encuentra en el mercado derivado de la creciente logística inversa.

En Cataluña, el Baròmetre dels costos logístics de 2008, de Barcelona-Catalunya Centre Logístic (BCL) y el Institut Cerdà, apuntaba datos que explican la oferta de los operadores logísticos. Según este barómetro, las empresas subcontratan más del 55 % de las operaciones de transporte. En relación con el almacenaje, un 31 % lo externaliza completamente, mientras que un 25 % subcontrata una parte de la actividad y mantiene otra parte dentro de su estructura, y un 39 % utiliza sólo recursos propios. Además, para el 77 % de las empresas es esencial contar con herramientas de control de los costes logísticos internos y los subcontratados.


Identificación: futuro en RFID

Pórtico RFID para la identificación de productos por radiofrecuencia.

La trazabilidad de las referencias va ligada a la identificación en todo el proceso logístico mediante el uso de códigos de barras (EAN-13, EAN-128) o de sistemas de radiofrecuencia (tags RFID), en función del entorno (almacén, distribución, fabricación), de las características de éste (líneas de producción, almacén) y de las necesidades de información (distancia de los puntos de lectura, número de lecturas, volumen de información que se precisa...). Tras muchos años de prevalencia del código de barras, los sistemas de radiofrecuencia ganan terreno y se consideran la nueva generación de sistemas de identificación, ya que ofrecen una trazabilidad permanente de los productos en toda la cadena. El RFID aporta un mayor control de los flujos e identifica objetos en movimiento, especialmente si no se puede garantizar un contacto visual directo entre el lector y las etiquetas de códigos de barras. Además, los fallos se minimizan, aspecto muy importante, ya que los códigos de barras dan lecturas erróneas en un 23 % de los casos, según un estudio de Aecoc (Asociación Española de Codificación Comercial). No obstante, continúa siendo una tecnología más costosa y todavía no se ha llegado a la estandarización EPC deseable para generalizar su aplicación.