Evolución y especialización de los operadores logísticos


Los operadores logísticos ofrecen
líneas de trabajo especializadas en determinados sectores, inclusive
de logística dedicada, para responder
a un cliente concreto, o bien logística compartida, de tipo multicliente.

El incremento de los flujos internacionales favorece que los operadores logísticos consoliden su actividad sobre espacios regionales amplios, que adopten un carácter transnacional y que, en un entorno globalizado, los más preparados ofrezcan servicios multimodales internacionales.

En este escenario, los grandes operadores tienen más posibilidades de abrir nuevas líneas de trabajo, algunas de ellas especializadas en determinados sectores, como el farmacéutico o la restauración, donde la cadena de frío y la trazabilidad son factores innegociables. Del mismo modo, en la oferta tienen cabida operadores que proponen logística dedicada para responder a un cliente concreto, y para una mayoría que ofrece logística compartida, de tipo multicliente.

Dejando de lado las dimensiones de la empresa operadora, todas buscan sinergias de transporte entre los clientes, compensando la escasa capacidad de algunos con las necesidades de otros, para establecer tarifas de fletes que se basen más en la densidad de productos que en la ocupación de espacios. Por otro lado, la mayoría de operadores tratan de dar respuesta a todo el ciclo de vida del producto, incluida la logística inversa, y así aportar a los clientes propuestas de mejora que permitan reducir costes. Los operadores también incorporan herramientas para conocer con detalle los costes logísticos de las operaciones y dar información a los clientes en este campo, así como a la visibilidad de la cadena logística.

En conjunto, la mayoría de las empresas usuarias consideran positivas sus experiencias con los operadores logísticos y valoran muy positivamente obtener informes sobre los costes logísticos, la calidad del servicio y la minimización de fallos en los pedidos, tal y como apuntaba en el año 2010 el XV Estudio Anual de Logística de la consultora Capgemini. Este estudio recogía que las empresas dejan en manos de los operadores el 42 % de su coste logístico, que por otro lado representa de promedio el 11 % de la cifra de ventas. En cambio, el estudio también apuntaba que la subcontratación de actividades estratégicas es escasa y la complicidad en la toma de decisiones es todavía menor, a pesar de que hace ya años que muchos operadores realizan operaciones logísticas internas, como en el sector de la automoción.


Las actividades de un operador logístico pueden abarcar desde el abastecimiento del proceso de fabricación hasta la logística inversa.


Los operadores logísticos externos


Las empresas exportadoras desarrollan cadenas logísticas cada vez más largas y complejas, en las que la información tiene tanta importancia como el movimiento de las mercancías, hecho que conlleva una gran trazabilidad y conectividad de todos los agentes que participan en la cadena, desde los proveedores hasta los clientes finales. En este entorno se ha consolidado la figura del operador logístico externo, el 3PL (third party logistics), especializado en la prestación de servicios relacionados con el abastecimiento, la producción, el almacenaje, la manipulación y la distribución de mercancías, a un coste variable y con una alta calidad de servicio. Con esto se ha superado el concepto de los 1PL (first party logistics), en el que el operador simplemente asumía el transporte, y el 2PL (second party logistics), en el que se encargaba del transporte y el almacenamiento.

Los operadores logísticos externos suponen la externalización de problemáticas globales, que implican poner en marcha herramientas informáticas, compartir información valiosa y aportar sistemas para conseguir objetivos predefinidos con el cliente. Los servicios que se pueden desarrollar son de índole muy diversa: representación fiscal en un país tercero, despachos aduaneros, comercialización de productos y servicios, desconsolidación y consolidación de cargas, almacenamiento, control de existencias, preparación de pedidos, expedición, transportes a larga y corta distancia, distribución capilar, cambio de envases y embalajes, etiquetados, logística inversa...

Esta gama de posibles servicios convierte al operador logístico externo en el mejor aliado del fabricante en la gestión del flujo de mercancías y de información. Del mismo modo, ocupa un lugar de confianza entre aquellos con los que interactúa en la cadena logística: transitarios, agentes de aduanas o consolidadores.



El cuarto y quinto socio logístico


El último objetivo de un operador es lograr la excelencia de servicio que pide el mercado. Aquí, encontramos un nuevo grado de mejora con la aparición del operador como socio logístico integral, el 4PL (fourth party logistics), que aporta la resolución de todos los procesos logísticos y hace de enlace entre el cliente y los servicios del prestatario 3PL, es decir, de todos los agentes del proceso, lo que genera una mayor integración de la cadena logística y una mejora de la cadena de suministros. Estos socios logísticos pueden proporcionar una logística dedicada para el cliente.

Dando un paso más allá, la figura de un socio logístico del tipo 5PL (fifth party logistics) plenamente integrado con el cliente implica una externalización más amplia, en la que el operador se responsabiliza de la optimización de una cadena global que abraza a su cliente, los clientes de éste y los proveedores de su cliente, eliminando las operaciones que no aportan valor a la cadena logística. El quinto socio logístico es capaz de gestionar diversos suministradores, integrar las tecnologías de la información de acuerdo con las características del proceso, e incluso gestionar la financiación del proyecto. Responde a la voluntad del cliente de tener un único interlocutor con capacidad de resolver todas las necesidades logísticas, además de ofrecer un alto nivel de servicio, del mismo modo que se tiende a reducir suministros en el ámbito de la logística industrial.

Esto provoca que los grandes operadores abran líneas específicas de servicios o que aparezcan operadores especializados para dar un servicio adecuado a las necesidades de ámbitos como la restauración o la moda. Por ejemplo, Geodis, DHL o Gefco ofrecen logística dedicada para sectores tan diversos como la cosmética, la automoción o la gran distribución. De hecho, a menudo las empresas no buscan tanto un operador generalista como un prestatario que sea capaz de realizar la función de 4PL en su sector concreto, siguiéndolos con un estándar de calidad máxima en su proceso de internacionalización.


Alfil Logistics

Alfil Logistics es un operador logístico integral, con servicios de transporte y de distribución en operaciones de externalización, que presta servicios a diferentes sectores de actividad, especialmente para productos de gran consumo, alimentación y bebidas.

La capacidad de servicio de este operador alcanza el conjunto de la cadena de suministros, con el apoyo de sistemas de información avanzados. Esto incluye desde el depósito fiscal y aduanero de mercancías y el aprovisionamiento de los procesos de fabricación, hasta el almacenamiento y la gestión de inventarios, la manipulación de productos y la preparación de pedidos para llevar a cabo la distribución capilar y a plataformas de distribución.

Alfil Logistics, con trece centros logísticos en España y 140.000 m2 de superficie de almacenamiento, es un ejemplo paradigmático de eficiencia intermodal, con servicios de transporte ferroviario en vagones de carga paletizada que conectan, entre otras ciudades, Barcelona, Madrid, Sevilla o A Coruña, en cuanto a la operativa en territorio peninsular.