La movilidad en la región metropolitana de Barcelona


El modelo de movilidad sostenible
y segura implantado en la región metropolitana de Barcelona contempla
el incremento de la red ferroviaria
y la frecuencia de paso de los trenes,
del metro y el tranvía.

El modelo actual de movilidad se fundamenta en el uso de las energías derivadas de los combustibles fósiles, según el cual la decisión del individuo, ligada a los modelos de asentamientos e infraestructuras, hacen del vehículo privado un elemento prevalente.

No obstante, en Cataluña, y sobre todo en la región metropolitana de Barcelona, se han desarrollado algunas políticas para invertir esta tendencia y dar más relevancia al transporte público, especialmente a las redes ferroviarias.

La región metropolitana de Barcelona dispone de un Plan director de movilidad, elaborado por la Autoridad del Transporte Metropolitano, que propugna un modelo de movilidad sostenible y segura, integrador de las políticas urbanísticas, que estructura el territorio y garantiza la accesibilidad al transporte público.

Esta región tiene una superficie de 3.236 km2, una población de 4,8 millones de personas y 164 municipios distribuidos en siete comarcas: Barcelonès, Maresme, Vallès Oriental, Vallès Occidental, Baix Llobregat, Garraf y Alt Penedès. En esta área la movilidad se dispersa hacia los municipios más pequeños, que crecen más en población, una dinámica que impulsa el uso del transporte privado.


Tráfico de pasajeros y usos de los medios de transporte


El plan tiene como objetivos principales: aumentar el peso del transporte público y no motorizado de viajeros hasta conseguir una proporción de 2/3 sobre el total de la movilidad; incrementar el del transporte público hasta el 34,3 % sobre el total del transporte y reducir un 5 % el del vehículo privado respecto de las otras formas de transporte; reducir el consumo energético de la movilidad por habitante en un 7,5 %, con el fin de mantener el consumo de combustible global en los niveles de 2004; disminuir un 20,5 % las emisiones de dióxido de carbono y un 48 % las de partículas en suspensión; y conseguir la reducción de un 25 % de las víctimas mortales en las carreteras.

Para lograr estos objetivos, se han desarrollado distintos ejes de actuación:


– Evitar la dispersión territorial entre las viviendas y las actividades económicas.

– Incrementar la red ferroviaria y la frecuencia de paso de los trenes, del metro y el tranvía.

– Promocionar el uso de la bicicleta y ampliar la red interurbana de carriles-bici.

– Fomentar el ir a pie, estableciendo nuevos itinerarios para peatones.

– Incrementar las plazas de aparcamientos de disuasión en las estaciones interurbanas de ferrocarril.

– Incrementar la red de autobuses interurbanos y crear nuevos servicios, radiales para conectar con Barcelona y perimetrales para la movilidad en la segunda corona.

– Impulsar las infraestructuras ferroviarias de mercancías y la logística en horario nocturno.

– Promover el uso de servicios de coche compartido.

– Priorizar los vehículos de alta ocupación e impulsar cursos de formación para una conducción eficiente.

– Promover el uso de vehículos híbridos.