La red viaria en la región metropolitana de Barcelona


La CIM Lleida es una de las centrales integrales de mercancías que prestan servicio al transporte por carretera con algunos de los destinos más habituales de los tráficos de Cataluña en el interior del Estado.

La mayor parte de las autopistas, autovías y carreteras de Cataluña tienen su origen o final en Barcelona y conectan la capital y su región metropolitana con el resto de los territorios. Esta estructura radioconcéntrica alrededor de Barcelona prioriza los accesos a una zona altamente densificada y congestionada que, además, se halla condicionada por una geografía peculiar, dado que se encuentra delimitada por la línea de costa, la cordillera y la depresión litoral, y transversalmente por un conjunto de ríos y rieras.



Previsión de nuevas vías metropolitanas


El Plan de Infraestructuras del Transporte de Cataluña (PITC) propone incrementar los 148 km existentes de vías estructurantes primarias para facilitar los movimientos entre los núcleos que disponen de conexiones deficientes o bien tienen como única alternativa el uso de autopistas de largo recorrido. También prevé construir 57 km de vías estructurantes secundarias que se suman a los 152 actuales, y 114 km de suburbanas que incrementarían los 387 existentes. Este tipo de vías permite paliar el déficit de vías intermedias y mejorar la eficiencia de las de alta capacidad y de las locales. Por otro lado, se crearán vías especializadas que racionalizarán el uso de la red y favorecerán el transporte público por carretera. Se trata de 13 km de vías exclusivas para el acceso de camiones al puerto de Barcelona, y de 31 km de vías de entrada a la ciudad de vehículos de alta ocupación.

Por otra parte, el Plan Territorial Metropolitano de Barcelona tiene como objetivos fomentar un modelo en red con ciudades densas, proteger el patrimonio natural y agrario, potenciar la actividad económica y promover las infraestructuras y el transporte público.

Los dos documentos coinciden en la finalidad de conseguir para la región metropolitana de Barcelona una red viaria que permita la conexión fluida entre municipios y las vías de alta capacidad. Por ello, la red local debe evitar el paso por el interior de los núcleos urbanos mediante vías de ronda.

Uno de los proyectos más ambiciosos es la B-40, el llamado «Cuarto cinturón» o autovía orbital de Barcelona. Esta infraestructura, competencia del Ministerio de Fomento, facilitará, una vez finalizados todos sus tramos, las relaciones entre las ciudades medias de la segunda corona de la región metropolitana de Barcelona. La B-40 será una autovía de dos carriles por sentido, pensada para un tráfico de largo recorrido que enlazará Vilafranca del Penedès con Mataró (Maresme), pasando también por Abrera, Terrassa y Granollers. No obstante, la construcción de esta autovía ha estado desde sus inicios rodeada de polémica, a causa de la fuerte oposición de colectivos ecologistas y partidos políticos que critican el agravio medioambiental que supondría su concreción, sobre todo en el tramo de Terrassa-Granollers, y por no contemplar como alternativa el trazado ferroviario.



Movimiento de las mercancías


La inexistencia de otras opciones hace que la demanda de transporte de mercancías por carretera crezca en todos los ámbitos, desde el urbano hasta el internacional. Este modo de transporte es esencial para la economía, representa casi el 80 % del conjunto del transporte y supone más del 2 % del valor añadido bruto catalán, cifra similar a la de los sectores de la alimentación, el textil o la metalurgia.

Aproximadamente, el 70 % de los tráficos por carretera se producen por el interior de Cataluña, mientras que el porcentaje restante son tráficos recibidos o enviados a otras comunidades autónomas (casi un 24 %) y al extranjero (cerca de un 6 %). Hay que destacar que del total de operaciones que se realizan anualmente, más del 40 % son en vacío, es decir, que los camiones circulan sin carga. Respecto a las distancias que recorren los vehículos de transporte, los servicios intrarregionales suponen recorrer distancias de unos 40 km, los nacionales no superan los 500 km y los internacionales, entre los 750 y los 900 km de media y por tonelada.

Según la Encuesta permanente de transporte de mercancías por carretera 2010 del Ministerio de Fomento, los orígenes y los destinos más habituales de los tráficos de Cataluña al interior del Estado son, por orden de importancia, Aragón, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía y País Vasco. Respecto a la naturaleza de las mercancías, los tipos de cargas principales son los minerales y los materiales para la construcción, seguidos de las máquinas y vehículos y los objetos manufacturados, los productos alimentarios y forrajes, los agrícolas y animales vivos, los químicos y petrolíferos y, finalmente, los metalúrgicos.